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sábado, 10 de enero de 2015

Exdirector del CNI afirma que Europa tiene medidas para protegerse pero hay que asumir "un nivel de riesgo"

El ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, ha destacado este viernes, tras el atentado que acabó con la vida de doce personas en la redacción del semanario satírico 'Charlie Hebdo' en París, que Europa tiene medidas apropiadas para afrontar este tipo de terrorismo, pero "es imposible protegerlo todo, todo el tiempo", por lo que ha asegurado que hay que asumir "un nivel de riesgo".


El ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, ha destacado este viernes, tras el atentado que acabó con la vida de doce personas en la redacción del semanario satírico 'Charlie Hebdo' en París, que Europa tiene medidas apropiadas para afrontar este tipo de terrorismo, pero "es imposible protegerlo todo, todo el tiempo", por lo que ha asegurado que hay que asumir "un nivel de riesgo". Así lo ha asegurado en declaraciones a El Faristol de IB3 Radio, recogidas por Europa Press, al explicar que Europa está preparada, pero ha destacado que que conviene "hacerse a la idea de que hay que ser capaces de asumir un nivel de riesgo. Sino, viviríamos en un estado policial como Corea del Norte y tampoco es eso lo que queremos", ha subrayado. Asimismo, ha recalcado que se trabaja para conocer a este tipo de terroristas, por medio de estudios e infiltrados, y que los atentados que no se producen no trascienden, pero que son "muchos los atentados que se impiden", pero los que no se impiden son los que generan "esta tensión". En su opinión, "los terroristas lo eligen todo y eso les da una gran ventaja", pero también ha destacado que "a medida que ellos evolucionan, los sistemas de inteligencia también lo hacen". "Lo esencial es que la libertad es consustancial con un elemento de riesgo y eso debemos aceptarlo sino queremos vivir en un régimen represor", ha aseverado. "capacidad de defensa" Por otro lado, preguntado por el caso concreto de España, Dezcallar ha asegurado que "estamos bastante protegidos", porque, según ha destacado, "si alguien sabe de terrorismo desgraciadamente somos nosotros. Estamos preparados, aunque se puede escapar algo", ha reconocido. Por último, ha destacado que Europa en "un objetivo" y que España tiene "más riesgo potencial" que otros países porque fue Al Andalus y "algunos fanáticos quieren recuperar eso". "En Europa hay riesgo y quien lo niegue no sabe de lo que está hablando, pero eso no significa que estemos indefensos, al contrario: tenemos capacidad de defendernos", ha concluido.

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España, en alerta contra el terrorismo



El ataque terrorista en Francia ha tenido un efecto contagio en los países limítrofes en lo que a medidas de seguridad se refiere. Así, tras conocerse el ataque se reforzaron las fronteras terrestres de los países que limitan con Francia. En el caso de España, se aumentó el nivel de alerta antiterrorista y además se ha reforzado la vigilancia a una serie de islamistas asentados en España.

El atentado en el que murieron doce personas en Francia tras el ataque a la revista Charlie Hebdo ha desatado las alarmas en Europa. España también se ha preparado para la situación. La primera de las medidas tomadas fue el aumento del nivel de alarma ante un posible atentado terrorista. Este jueves día 8, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció que se aumentaba un grado el nivel de alerta por este suceso.
De esta forma, España se encuentra ahora en el nivel de 3 con intensidad baja; un grado por encima del nivel 2 con intensidad alta en el que se encontraba antes del ataque. La subida del nivel de alerta se toma de "manera transitoria" y "no existe motivo para una alarma adicional", declaró ante los medios Fernández Díaz. La decisión se tomó tras la reunión del ministro con los máximos responsables de la lucha antiterrorista de la Policía Nacional, la Guardia Civil, el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Por su parte, la Policía Nacional ha enviado un escrito a las comisarias para ordenar la puesta en marcha de un plan de protección de infraestructuras críticas con el objetivo de prevenir un posible ataque yihadista. Dentro de estas instalaciones se engloban tanto estaciones de autobuses y trenes, como aeropuertos, instalaciones eléctricas y dependencias oficiales. En el escrito enviado por la Policía se explica que tras el atentado de París se han establecido las correspondientes medidas siendo necesaria la participación de todas las unidades policiales para poder cubrir las instalaciones.
Radicales en España
Una de las últimas medidas que se han conocido al respecto es el aumento de la vigilancia de los radicales que viven en España tras producirse el atentado contra la revista Charlie Hebdo. Nuestro país se ha convertido en uno de los lugares que sirven para reclutar a jóvenes que se alistan para ir a luchar en las guerras de Iraq o Siria.
En 2014, las autoridades cifran en 17 los muertos yihadistas procedentes de España en las zonas de conflicto del estado islámico. Además, ocho combatientes volvieron a nuestro país, de los que siete fueron detenidos y se encuentran en prisión. Se calcula además, que hay unos 36 yihadistas con origen de España en Siria e Iraq de forma permanente. En total, de la Unión Europea se habrían desplazado a la zona unos 5.000 individuos.
Si en un primer momento, la procedencia de los jóvenes solía provenir de barrios periféricos de Ceuta como el Príncipe, en los últimos tiempos se ha conocido la movilización de jóvenes residentes en Cataluña. Las últimas informaciones hablan además de una migración del yihadismo hacia Valencia y Murcia. 

España eleva el nivel de amenaza terrorista

El Gobierno español ha subido el nivel de amenaza terrorista. Infraestructuras como estaciones de transportes cuentan con agentes patrullando, y un centenar de personas que podrían representar un peligro potencial están siendo vigiladas. Por su parte, la comunidad musulmana española condena los atentados de Francia.

Los recientes ataques terroristas en Francia también han elevado la tensión en su país vecino. Este jueves, en Madrid, capital española, un paquete sospechoso en la estación de metro y tren de Nuevos Ministerios provocaba que saltasen todas las alertas. Finalmente, se trataba de una falsa alarma.

Un día después, la estación amanecía tranquila aparentemente, como un día cualquiera. Pero lo cierto es que el Gobierno ha elevado el nivel de amenaza terrorista hasta el 3, de baja intensidad. Infraestructuras críticas como estaciones de ferrocarril, o centros con afluencia turística, como museos, han visto reforzada su seguridad.

Entre las medidas adoptadas cabe mencionar el seguimiento exhaustivo de un centenar de personas que potencialmente, por sus comunicaciones en las redes sociales, podrían suponer un riesgo para la seguridad.

La población española se muestra tranquila, a pesar de la mayor presencia de agentes de los cuerpos de seguridad del Estado.

Por su parte, la comunidad musulmana en España se muestra preocupada. Sabe que uno de los efectos colaterales de atentado terrorista en Francia es el recelo que puedan levantar otros musulmanes entre la sociedad española.

El nivel de amenaza terrorista decretado por el Gobierno no es muy elevado, sin embargo 3000 agentes del Cuerpo Nacional de Policía, de la Guardia Civil y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se dedican exclusivamente a rastrear posibles amenazas terroristas. Es decir, 20 veces más que los agentes destinados a la misma labor en el momento de los atentados en la estación de Atocha, en Madrid, el 11 de marzo de 2004.

La reforma del Código Penal y la LECrim reforzarán la lucha contra el terrorismo yihadista



Soraya Sáenz de Santamaría ha avanzado que el Ejecutivo tiene la intención de hablar con la oposición "para poder analizar qué medidas, en la discusión de esos proyectos de ley, pueden ser eficaces en lucha contra el yihadismo". Y ha recordado "que solo en 2014 se han llevado a cabo doce grandes operaciones contra el yihadismo que se han saldado con 74 detenidos", y ha subrayado que se trabaja en colaboración con otros países para tener un control lo más exhaustivo posible de los denominados terroristas retornados.
La vicepresidenta ha precisado también que en estos momentos el Gobierno se plantea "intensificar la colaboración y la cooperación a nivel internacional".
En este sentido ha incidido en que la reunión internacional de seguridad que se celebrará el fin de semana en París "es un buen elemento para seguir insistiendo en medidas de coordinación y colaboración que se puedan adoptar en el seno de la UE y con otros estados, como Estados Unidos o Canadá, que vienen aplicando medidas de naturaleza similar". La lucha contra el terrorismo yihadista no puede ser abordado por un solo Estado, sino que debe ser un trabajo conjunto de la UE y de toda la comunidad internacional, con el objetivo de compartir recursos e inteligencia.
Recientemente, en una entrevista radiofónica la vicepresideta aseguraba "que los servicios de inteligencia prestan apoyo a las misiones militares en el exterior y trabajan en coordinación con sus homólogos de otros países aliados pero también de las zonas donde actúan". Eso sí, reconociendo que hay que fortalecer los medios de inteligencia y en ese contexto ha explicado el aumento de 20 millones de euros en los Presupuestos de 2015 para el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
“El riesgo cero no existe”
El Gobierno no baja la guardia frente a la amenaza terrorista que supone el yihadismo y ha advertido de que "el riesgo cero no existe" y "nadie está libre de la barbarie", según ha dicho la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta se ha referido así a la actual amenaza yihadista tras los atentados de París.
Tras elogiar el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de jueces y fiscales, Sáenz de Santamaría ha explicado que España es "uno de los países más seguros del mundo", con experiencia en la lucha antiterrorista y una legislación "muy rigurosa" en este sentido.
No obstante ha advertido de que "el riesgo cero no existe" y "nadie está libre de la barbarie", por lo que "no hay que bajar la guardia.
La vicepresidenta ha recordado que tras el atentado contra el semanario Charlie Hebdo en París, el Ministerio del Interior ha elevado un escalón el nivel de alerta antiterrorista, lo que supone que las fuerzas de seguridad "prestan aún más atención" y ponen en marcha protocolos adicionales", como la vigilancia de las infraestructuras críticas.

Red, mapa, oídos y ojos del CNI



La Vicepresidenta del Gobierno se ha pronunciado en un asunto tan básico como es la seguridad de los españoles por boca e informes de su largo brazo en la Cuesta de las Perdices, que no es otro que el general Félix Sanz Roldán, que lleva cinco años al frente del Servicio de Información e Inteligencia del Estado (CNI).
Es en estos momentos y ahora cuando la “reforma FSR” al frente del Centro adquiere más importancia estratégica y táctica y el Gobierno se felicita por haber confirmado al conquense uniformado como jefe de los Servicios Secretos –que fue objeto recientemente de un personal y brutal ataque mediático– tan furibundo como estulto.
Atentados, mientras vivan terroristas, puede haber en cualquier momento, circunstancia y país. Sin duda. Pero España, tras la terrible y trágica experiencia del 11-M ofrece menos vulnerabilidad sencillamente porque su mando está centralizado en el CNI –frente a los 19 servicios de Información e Inteligencia que tiene, por ejemplo, Estados Unidos-y desde aquella masacre de Atocha la plantilla de especialistas antiyihadistas se ha duplicado. Desde hace ya muchos años, el principal foco de atención de los SS españoles son en cualquier caso el terrorismo de ese corte. Se han conseguido grandes resultados que no necesariamente han tenido que ser ni son conocidos por la opinión publicada y pública.
Uno de los objetivos del general/director fue desde el primer momento intensificar los contactos con los grandes servicios occidentales –Francia, Reino Unido, EEUU, Italia– pero también y fundamentalmente con Marruecos, donde tras los desencuentros y reticencias producto del 11-M y otros daños colaterales se han reforzado los lazos e incluso España sirve de puente en estos momentos entre sus homólogos de Rabat y París, cuyas relaciones saltaron recientemente por los aires. No hay que olvidan que Sanz Roldán estuvo en puestos claves en la OTAN y Francia le ha considerado siempre persona proba y de confianza (Legión de Honor en su más alto rango).
La centralización del mando político en la número dos del Ejecutivo ha dado, asimismo, más operatividad al Servicio. Se sabe quien orienta políticamente, y el que ejecuta técnicamente lo tiene más claro. Casualidad que ha permitido también mejorar la relación con los mandos policiales que entienden de estas cuestiones en el siempre enmarañado mundo de los Servicios Secretos.
A pesar de los 3.700 hombres y mujeres que están en el Servicio de la Comunidad Nacional de Inteligencia y otra legión de funcionarios policiales adscritos a estos menesteres, ¿podemos afirmar taxativamente que la vasta red, mapa, oídos y ojos del CNI nos garantizan riesgo 0 en la seguridad colectiva?

viernes, 2 de enero de 2015

La penetración del crimen organizado en la política preocupa al CNI

La penetración del crimen organizado en la política preocupa al CNI




Los servicios de inteligencia españoles, el CNI, buscan cómplices en la sociedad para ampliar su eficacia. Alianzas, análisis de situación y retos futuros han sido objeto de un congreso celebrado en la Universidad de Cádiz, que junto con las de Barcelona y Madrid constituyen el «eje de un proyecto de desarrollo de la cultura de la inteligencia», la cátedra de seguridad UCA-Eulen, que dirige el profesor Antonio Díaz, titular de Ciencia Política.
Se trata de un proyecto auspiciado por el Ministerio de la Presidencia, al que se ha incorporado la Universidad gaditana como eje andaluz y que se considera pionero en Europa. Se trata de «abrir la labor de los servicios de inteligencia a la sociedad, un poco por relaciones públicas, pero también porque tres mil funcionarios no pueden proteger a un país», explica Antonio Díaz. Se busca también «dar soporte a las empresas e cara a futuros negocios y colaborar con otras partes de la sociedad, universidades, centros culturales, tanto para obtener información, aunque no es el objetivo esencial, sino para hacer comprender cuál es la función de los servicios y cómo asesorar mejor al gobierno sobre problemas, riesgos y amenazas del país».
Un ejemplo es el caso de Sony: «un país solo no puede evitar que roben patentes, es preciso que la universidad o la empresa desarrolle protocolos de seguridad adecuados».
«Si la sociedad no conoce lo que hacen sus servicios de inteligencia difícilmente pueden colaborar con ellos», concluye. La confidencialidad inherente a los espías no es problema para esta apertura, asegura, porque apenas es ‘top secret’ un 20% de la información que manejan: «el 80% es abierto, el resto supone una parte reducida pero que es la que da la calidad, para saber si los procesos que se producen.
                               

Corrupción y crimen
Las principales amenazas que se ciernen sobre el país comienzan por «el terrorismo y el crimen organizado, que creo más peligroso. El primero puede tener ataques puntuales muy dolorosos, pero estamos viendo que el crimen organizado empieza a penetrar. Hay tres elementos, la política, la judicatura y la Policía. Vemos que ya está en la política y es preciso evitar su avance. La calidad de la democracia desciende», advierte Díaz. A su juicio, «la corrupción política tiene todo de crimen organizado. Hay una pequeña corrupción, que es una desviación moral individual, pero para comprar voluntades tiene que haber mucho dinero detrás. Uno compra porque quiere algo. Todo lo que hay de los grandes casos de corrupción política es crimen organizado».
En Andalucía se detecta como grandes riesgos la presencia de mafias rusas, que «llevan en la Costa del Sol desde los años 80. Los americanos preguntaban ya entonces por qué compraban tantas propiedades ahí, porque ya empezaba el blanqueo». También cita las mafias italianas de la costa: «los grandes capos viven allí y muchos locales de hostelería de la zona son de blanqueo».
En cuanto al terrorismo, el profesor Díaz analiza el riesgo por la proximidad de Ceuta y Melilla y cree que ha cambiado el concepto: parecía que éramos zona de paso, de abastecimiento o refugio, de entrada y salida de terroristas en potencia, pero se ha visto que también somos objetivo. Las fuerzas de Seguridad contemplan el yihadismo como alto riesgo por la posibilidad de actuación individual: «Antes eran grupos organizados, luego las redes de Al Qaeda y ahora el lobo solitario que se autorradicaliza con Internet y que si hace un viaje ya ve su sociedad desde el exterior y crea una franquicia. Es muy difícil de detectar».
Ciberataques y otros retos
La posibilidad de sufrir «un Pearl Harbour cibernético» es otra de las alertas estudiadas en el congreso celebrado en la UCA. Los agentes del CNI «llevan tiempo preparándose» para ello, que supondría un colapso con unas pérdidas incalculables. ¿Qué otros riesgos se vislumbran? Díaz explica que «unos de los puntales de los servicios de inteligencia es trabajar con asuntos que ni siquiera sabemos. Ucrania, salvo para unos pocos analistas, no era un problema». Pero sí advierte tendencias globales: «se atisban problemas con la gestión del agua, de pequeños grupos de corte nihilista o de extrema izquierda que puedan atentar contra entidades financieras» y la evolución hacia un mundo multipolar, más difícil de gestionar, en el que los conflictos regionales van a tener más incidencia, ya que un informe estadounidense revela que «para 2030 ya EE.UU no va a ser un actor relevante».
Por último, el congreso conoció el futuro servicio de espionaje europeo, con la intervención de Ilkka Salmi, director del Centro de Análisis e Inteligencia de la UE.
 

jueves, 1 de enero de 2015

El CNI abre expediente a dos funcionarios por su relación con «el pequeño Nicolás»

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha abierto un expediente a dos de sus funcionarios para determinar su relación con Francisco Nicolás Gómez Iglesias, «el pequeño Nicolás», en cuya posesión se encontraron documentos genuinos del CNI, según ha podido saber Confilegal de fuentes bien informadas

El principal servicio de inteligencia de España quiere saber si esos documentos fueron facilitados al joven por los funcionarios mencionados. En función de la información que se obtenga, el CNI tomará las medidas que se precisen.
Como se sabe, Francisco Nicolás Gómez Iglesias supuestamente falsificó documentos del CNI, con el que decía colaborar -"soy un Charly", declaró en Tele 5-. Para ello, al parecer se sirvió de un folleto genuino que sirvieron de base para la elaboración de tres falsos dossieres que después utilizaría para impresionar a empresarios. Ese folleto pudo haber sido pasado al joven por los funcionarios del CNI.
El director del CNI, Félix Sanz Roldán, negó, el pasado 12 de diciembre, que "el pequeño Nicolás" hubiera tenido ninguna relación con el CNI y mucho menos que hubiera trabajado para "la Casa", como es conocida familiarmente por los miembros del Centro.
El CNI se querelló, el 3 de diciembre, contra Francisco Nicolás Gómez por un delito de injurias, que llevó a cabo la Abogacía del Estado, precisamente por afirmar esa relación con el Centro Nacional de Inteligencia.
Sanz Roldán admitió que "el pequeño Nicolás" había visitado la sede de este organismo, pero que lo hizo acompañado de un empresario que ofreció al jefe de los servicios secretos participar en un foro empresarial. AUna visita que fue como otras miles que pasan por el Centro.
"Estuvo para ofrecer, junto con un empresario, que era el que lo ofrecía, la posibilidad de que yo actuara en un desayuno. Esa posibilidad luego no se manifestó por cuestiones de agenda y ahí termina todo. Estuvo como otras 4.000 personas que visitan el CNI", explicó el pasado 10 de diciembre.
Gómez Iglesias ha sido acusado de falsedad documental, estafa y usurpación de funciones públicas.
Los documentos del CNI no han sido los únicos falsificados. También presuntamente falsificó un informe de 49 páginas con el membrete de Presidencia del Gobierno y con el subtítulo Vicepresidencia del Gobierno y Ministerio de Presidencia, que se interveno en su detención, que dijo haber elaborado con "información de Internet" y que empleaba para exhibirlo en su coche, como hizo con uno de los empresarios con los que se relacionaba.
No obstante, afirmó que sí uso un portadocumentos con el escudo de la Casa del Rey, que "es auténtico creyendo que se lo facilitó Carlos García Revenga", que fue secretario personal de las infantas.
El juez Arturo Zamarriego, al frente del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, tomará el próximo 8 de enero declaración como imputado a Francisco Nicolás Gómez Iglesias por los mencionados delitos de estafa, falsedad documental y usurpación de funciones públicas.
El joven de 20 años volverá a los juzgados madrileños después de que el pasado 19 de diciembre se negara a declarar al no estar levantado todo el secreto del sumario. Ahora, el juez entiende que tiene toda la documentación para defenderse de los delitos que se le imputan.
El 'pequeño Nicolás' se encuentra en libertad provisional aunque imputado por varios delitos desde mediados de octubre. Tras su detención a cargo de Asuntos Internos, compareció ante la juez del Juzgado de Instrucción número 24 de Madrid por supuestamente haberse hecho pasar por asesor del Gobierno de España con documentación falsa.
Por otra parte, una persona que se identificó como miembro del CNI se puso en contacto con Confilegal la mañana de este martes -desde un teléfono con el número oculto- y comunicó que la información ofrecida en esta noticia "no se correspondía con la realidad".

La CIA alerta a los Servicios Secretos españoles de que extreme precauciones en Navidad por la yihad

El Ministerio del Interior ha remitido una circular a las comandancias de la Guardia Civil

La CIA alerta a los Servicios Secretos españoles de que extreme precauciones en Navidad por la yihad

La Benemérita explica que no existe una amenaza concreta, si bien advierten de que los conglomerados de personas podrían ser propicios para un atentado

Periodista Digital, 31 de diciembre de 2014 a las 20:35
La amenaza yihadista se ha convertido en este año en el gran motivo de preocupación para las fuerzas de seguridad de todo el mundo. Y esa alerta implica también a nuestro país. Por primera vez, las comandancias de la Guardia Civil de toda España han recibido una circular en la que se advierte a los agentes de la necesidad de reforzar la vigilancia para evitar posibles actuaciones terroristas en suelo español.
Esta carta interna, que confirman a este periódico fuentes del Instituto armado, ha partido de la advertencia realizada hace unos días por la agencia de inteligencia estadounidense (CIA) para prevenir a los países occidentales ante el riesgo de atentados yihadistas en estas fechas.
Una alerta precipitada por el secuestro de una cafetería del centro de Sidney, el pasado 15 de diciembre, por parte de un radical iraní, y que se saldó con la muerte de tres personas, una de ellas, el secuestrador y las otras, un hombre y una mujer usados como rehenes. Otras seis resultaron heridas.
Como explica Luz Sela en 'La Información', la advertencia de la CIA implica a varios países, si bien incide de forma especial en algunos, como España que, por sus vínculos históricos, está en el punto de vista de los radicales.
"En España incide más, Grecia, por ejemplo, no sale, pero el yihadismo tiene mentalidad de que Al Andalus les pertenece. En otros países, como Reino Unido, por ejemplo, la alerta procede por su colaboración con EEUU".

Si bien aclaran que no existe ninguna amenaza de atentado concreta, ni tampoco ha existido, las fuerzas de seguridad son conscientes de que las aglomeraciones que estos días se producen en las zonas comerciales de grandes ciudades pueden ser objetivo estratégico para las actuaciones de estas organizaciones.
"Es cierto que existe una alerta y que hay que tomárselo en serio, igual que se está haciendo en Francia, Inglaterra o Alemania".
El operativo en nuestro país pasa por reforzar la presencia de los agentes "de paisano", para intentar pasar desapercibidos en la medida de lo posible.
Desde la Guardia Civil subrayan los avances que en los últimos años se han registrado en materia de cooperación en la lucha antiterrorista a nivel global, y especialmente tras el 11-M, si bien, aclaran estas fuentes, queda todavía una ingente tarea para "trabajar más en común con el resto de cuerpos de policías de Europa, unificar bases de datos, dar formación a policías y guardias civiles en yihadismo, y hacer que esa formación no se quede solo en las unidades de inteligencia, sino que llegue más abajo".
"Antes era el terrorismo de ETA el que más nos afectaba, pero el terrorismo de este siglo es éste, un terrorismo global".
Sobre el perfil de los terroristas que podrían atentar en suelo europeo, señalan que estos pueden ser tanto "de fuera que vivan aquí como españoles reconvertidos al Islam".
"Hay españoles de tercera generación con vínculos con el yihadismo" (La mezquita de la M-30 era en Madrid el nido de los terroristas yihadistas que se entrenaban para decapitar).
Las advertencias de la CIA en materia de yihadismo a nuestro país no son nuevas, si bien se han incrementado en los últimos meses. Ya en 2001, varios informes reservados alertaron de los extraños traslados a España de yihadistas vinculados a Bin Laden.
Hace unos meses, en septiembre, el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, se reunió en Washington con el director de la CIA, John O. Brennan y con el director del FBI, James Comey, entre otros, para analizar el avance de la amenaza de Estado Islámico (¡Alerta antiterrorista! Los cuchillos del califato islámico ya se afilan... ¡a 50 kilómetros de España!).
Una semana antes, España había aumentado un grado su nivel de alerta antiterrorista por el yihadismo en Siria e Irak, lo que supone que las fuerzas de Seguridad del Estado-nacionales y autonómicas-deberían aumentar la vigilancia en lugares que habitualmente sirven de objetivo para el terrorismo islamista (zonas de grandes aglomeraciones, medios de transporte, infraestructuras críticas...).
En el último año se han llevado a cabo un total de 14 operaciones contra el terrorismo yihadista, en las que fueron detenidas 40 personas (Sugerencias sangrientas para palabra del año).
El yihadismo mantiene en alerta al Ejecutivo, que considera que, en estos momentos, es la principal amenaza para España.
Una alerta que no es exclusiva en nuestro país. Francia ha decidido reforzar su despliegue policial para esta Nochevieja, destinando 55.000 policías y gendarmes para vigilar las principales arterias de la ciudad. Sólo 1.700 estarán destinados en la avenida de los Campos Elíseos, donde se espera a más de 100.000 personas.

Dos jueces del Tribunal Supremo controlan las operaciones del Centro Nacional de Inteligencia

Dos jueces del Tribunal Supremo, Pablo Lucas y Julián Sánchez Melgar, supervisan las actividades del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Para muchos esto es poco menos que imposible, "como cuadrar el círculo". Sin embargo, este círculo "se cuadra" cada semana de forma muy discreta de la forma que contamos aquí.



Lo que está en juego son los derechos fundamentales de la persona. Específicamente los contenidos en el artículo 18.2 de la Constitución, que dice que "el domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito”. Y el 18.3, que "garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial”.
El control judicial se realiza mediante la Ley Orgánica 2/2002 de 6 de mayo, reguladora del control judicial del CNI.
Esta Ley establece que es un magistrado del Tribunal Supremo el que está específicamente encargado del control judicial de las actividades del servicio de inteligencia. O mejor dicho, son dos magistrados, un titular y un suplente.
En la actualidad, Pablo María Lucas Murillo de la Cueva, magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Alto Tribunal, y Julián Sánchez Melgar, compañero suyo, pero de la Sala de lo Penal. El mandato de cada uno de ellos es por 5 años. Ambos son nombrados por el pleno del Consejo General del Poder Judicial, el órgano de gobierno de los jueces.
Pablo Lucas es miembro del Alto Tribunal desde 2001. Accedió por el quinto turno, el de magistrados de reconocida competencia. Fue jefe de Gabiente de uno de los presidentes más carismáticos del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Javier Delgado Barrio -luego magistrado del Tribunal Constitucional-. Desde 2009 es el juez titular del CNI y tiene 59 años.
Julián Sánchez Melgar, por su parte, llegó al Tribunal Supremo en 2000, con 45 años, por la vía de especialistas. Ingresó en la carrera judicial en 1983 por oposición. Sirvió en los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Reinosa (85-87), y Santander (88-93) y en la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (1993). Entre 1993 y 2000 presidió la Audiencia Provincial de Ávila. En la Sala de lo Penal fue el ponente de la contestada sentencia que dio luz a la "doctrina Parot".
El sistema funciona de la siguiente forma: cuando el CNI necesita entrar en un domicilio o intervenir las comunicaciones (carta, telégrafo, teléfono, móvil, sms, whatsupp…) de cualquier sospechoso, el secretario de Estado-director general del CNI, el general Félix Sanz Roldán, envía un mensajero con toda la documentación necesaria al magistrado disponible en ese momento –el titular puede estar de viaje, o enfermo o en cualquier otra situación que no le permite atender a la petición-.
En el mencionado documento se explicita las medidas que se solicitan, los hechos en que se apoya la solicitud, los fines y razones que aconsejan la adopción de las medidas solicitadas, la identificación de la persona o personas afectadas por las medidas, que no podrán exceder de 24 horas en el caso de la entrada en domicilio, y 3 meses para la intervención e interceptación de las comunicaciones.
El "magistrado del CNI" estudia con detenimiento las peticiones.
Estos dos magistrados no son como jueces de instrucción al uso. Tienen el “chip” cambiado. Porque los fines de una investigación criminal son diametralmente distintos a una investigación del Servicio de Inteligencia.
La investigación de un delito se lleva a cabo para conseguir pruebas que acrediten la comisión delictiva. Su finalidad es, por lo tanto, incriminadora y la llevan a cabo agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. La investigación está, por lo tanto, judicializada.
La investigaciones del CNI tienen como objetivos muy distintos y los resultados son vitales para el Gobierno de la nación.
Se resumen en facilitar al presidente del Gobierno de España “las informaciones, análisis, estudios o propuestas que permitan prevenir y evitar cualquier peligro, amenaza o agresión contra la independencia o integridad territorial de España, los intereses y la estabilidad del Estado de derecho y sus instituciones” (según artículo 1 de la Ley 11/2002 de 6 de mayo reguladora del Centro Nacional de Inteligencia).
La visión de los dos "magistrados del CNI" –que es como se les conoce popularmente- posee, por lo tanto, una mirada superior, que tiene muy presente el bien general de los ciudadanos españoles.
Porque el CNI tiene que hacer frente a oscuras amenazas de diferente índole, como las terroristas, las energéticas, las económicas y, en resumen, todas aquellas que puedan desestabilizar a España.
El CNI depende, en la actualidad, de Presidencia de Gobierno y se rige por una “Directiva de Inteligencia”, que es secreta y que ha sido elaborada por el Gobierno.
Aparte de éste, sólo la conoce el CNI y los dos magistrados citados del Tribunal Supremo.
En algunos países, como Alemania, este control lo lleva a cabo una comisión parlamentaria –conocida como la G-10-, y en otros son órganos judiciales de diferente índole.
Muchos países de nuestro entorno envidian el sistema español de control judicial del CNI porque confiere un paraguas legal de actuación a nuestros agentes, paraguas que no siempre poseen los servicios secretos amigos, que tienen que operar en la ilegalidad.