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jueves, 12 de mayo de 2011

El TS obliga a destruir las grabaciones de Sitel para evitar su reutilización

La resolución se ha adoptado al rebajar las penas impuestas a cuatro condenados por narcotráfico tras emplear datos obtenidos a través de este sistema, que usan el CNI y las Fuerzas de Seguridad para grabar a «sospechosos»

El Tribunal Supremo ha establecido que en las causas en las que haya intervenciones telefónicas los tribunales deben acordar de oficio la destrucción de las grabaciones originales que existan en la unidad central del sistema Sitel y sus copias, conservando las entregadas al juez, para evitar su reutilización.
Así lo ha acordado la Sala de lo Penal del TS en una sentencia (en PDF), en la que rebaja las penas impuestas por la Audiencia de Madrid a cuatro de siete condenados por tráfico de cocaína tras el uso de datos obtenidos por el Sistema Integrado de Interceptación de las Telecomunicaciones (Sitel) en otra investigación iniciada en Ávila.
La resolución del Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Miguel Colmenero, ha establecido que sólo se tienen que conservar en poder del tribunal "de forma segura" las copias entregadas a la autoridad judicial.
Además, explica que los tribunales deberán verificar debidamente la destrucción en fase de ejecución de sentencia, una vez firme.
El alto tribunal sostiene que si no se adoptan las necesarias cautelas podría resultar posible el almacenamiento de una cantidad ingente de datos relativos a la actividad de numerosas personas, implicadas o no en hechos delictivos, que "quedarían fuera del control directo y exclusivo de la autoridad judicial".
"El acceso a tales datos se ha producido solamente sobre la base de una autorización judicial emitida con la finalidad de proceder a la investigación de unos hechos concretos y, con independencia de las cautelas y medidas de seguridad que se derivan del propio sistema, todo el material obtenido queda íntegramente a la exclusiva disposición de la autoridad judicial", añade.
Los recurrentes, que denunciaron ante el Supremo la vulneración del derecho al secreto de las comunicaciones, argumentaron que este proceso es un desglose de otro seguido en Arévalo (Ávila), en el que se acordó el archivo, "decidiendo la Guardia Civil continuar la investigación volcando en esta causa la información allí obtenida mediante la interceptación de comunicaciones".
No obstante, el Supremo rebaja las condenas no por este motivo, sino porque cree que no se puede aplicar la circunstancia agravante de pertenencia a una organización.

Grabar a posibles «sospechosos»

Según explica, no está probada la existencia de una estructura permanente o estable para la adquisición ni para la distribución posterior, "más allá de la mínima para la misma comisión del delito". A los condenados se les incautó casi tres kilos de cocaína, que adquirieron en Valencia.
La Audiencia de Madrid condenó a Susana A.-que ostentaba el liderazgo del grupo familiar- a diez años de cárcel por un delito contra la salud pública (pena que el Supremo deja en siete años y seis meses) y a un año por tenencia de armas, lo que confirma el alto tribunal.
Además, impuso once años a Manuel M., que el Supremo rebaja a siete años y seis meses de prisión; y nueve años a Juan Enrique P. y José F., a quienes el Supremo impone una pena de seis años.
El sistema Sitel es utilizado por la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para grabar a posibles "sospechosos".

La vida de los españoles secuestrados en Somalia no corre peligro tras la muerte de Bin Laden. El Gobierno concluye que son “demasiado valiosos: unos 10 millones de euros

En concreto, el clan pirata que los mantiene secuestrados los ha valorado en 10 millones de euros, lo que se ha convertido en su ‘seguro de vida’. “No les afectará la muerte de Bin Laden, pese a que la alta islamización de los piratas es un hecho contrastrado”.
Así valoran expertos de Defensa –y confirman fuentes de Exteriores- la situación de los dos marineros españoles del ‘Vega V’ secuestrados actualmente en algún punto de Somalia. Descartan cualquier operación de represalia contra ellos.
De hecho, según fuentes bien informadas, estas son las conclusiones que han llegado al Gobierno desde diversos organismos de seguridad del Estado.
Piratas ‘islamizados’
Actualmente, Pakistán, Yemen, Somalia y el Magreb son los lugares donde mayor es el riesgo de una acción de represalia por parte de los seguidores del difunto líder yihadista. En Somalia, los grupos piratas no son una excepción.
La zona de Puntland, donde se encuentra la mayoría de bases piratas, está casi totalmente bajo el control del grupo yihadista Al-Shabaab, considerados terroristas por la Unión Europea y Estados Unidos.
Este movimiento, con influencia directa de Al Qaeda y oficialmente bajo la batuta de la red yihadista desde febrero de 2010, ha comenzado a controlar todo el negocio de la piratería en la zona.
En un principio, se mostraban contrarios a la práctica de la piratería, pero poco a poco han ido viendo en ella un filón para financiar sus operaciones contra el Gobierno Federal de Transición de Somalia.